El contexto actual en el que nos encontramos,
hace que cada día más personas se replanteen su carrera profesional. Hasta
ahora, era un pensamiento que solía sobrevolar entre personas con una larga
trayectoria profesional y que estaban atadas a un trabajo (con una seguridad y
estabilidad alta).
Hoy en día, ningún colectivo (recién licenciados, trabajadores afectados por los despidos, mayores de 50...) está a salvo
de reflexionar sobre su futuro laboral y querer dar un giro radical.
La actual situación
económica y los altos índices de desempleo están llevando a muchas personas a
trabajar de manera autónoma o freelance, a montar nuevas empresas o coger las maletas y probar suerte en otro país.
Por otra parte, la revolución tecnológica ha hecho que aparezcan profesiones que hace 5 años ni existían y que explican la necesidad de reciclarse o de dedicarse a ellas, tras años y años ejerciendo en otros sectores.
Sea cúal sea tu situación, en este post, trataré de ayudarte a
ordenar todas aquellas preguntas que te estás haciendo y que debes tener en
cuenta para tomar esta decisión con ciertas garantías y evaluando cada uno de
los pros y contras que se te presenten.
Para facilitar la comprensión, y teniendo en cuenta que las
dificultades que se plantean son diferentes en uno y otro momento, he dividido
las orientaciones en 2 momentos temporales, antes de tomar la decisión y
despúes de tomar la decisión (y la comunicación de esta).
ANTES DE TOMAR LA DECISIÓN
Identifica tus insatisfacciones: piensa y apunta que es lo que no funciona en tu vida profesional y estos factores como afectan a tu vida personal/familiar. No pienses tan solo en tu presente, echa la vista hacia delante y piensa si te ves dentro de 10 años desarrollando tu actual carrera profesional o si por lo contrario, te gustaría seguir tu verdadera vocación (la mayoría de personas que cambian su rumbo profesional lo hacen en relación a una vocación que no lograron en su pasado).
Analiza el entorno: antes de tomar cualquier tipo de decisión, es importante ver que está ocurriendo en el entorno (mercado laboral, aceptación por el mercado, estado financiero de las posibles empresas/clientes que pueden estar interesados…) y sobretodo de los costes/beneficios que puede tener tomar esta decisión (menor salario, mayor seguridad, ser tu propio jefe/a).
Complementa tu formación: cualquier cambio en tu rumbo profesional (por pequeño que sea) requerirá una formación. Ten en cuenta que estudios necesitas.
Busca ayuda experta: en caso de que no estés muy seguro de tu cambio, existen diferentes profesionales que te pueden ayudar. Los servicios de empleo de tu ciudad o comunidad ofrecen talleres y sesiones personalizadas.
TRAS TOMAR LA DECISIÓN
Comprométete y no temas los obstáculos: las ganas por conseguir tu nuevo objetivo es lo que harán que te muevas. Si no tienes seguridad en ti mismo, si tu compromiso con ti cambio es bajo no lograrás lo que te propones. Es probable que encuentres muchos obstáculos, pero lo importante es irlos superando. Antes de comunicarlo, intenta analizar todo esto, si no estás dispuesto a cambiar, mejor no comunicarlo.
Haz pública tu decisión: Contacta con aquellas personas que puedan ayudarte (ya sea por sector o empresa). Comunícala a personas allegadas a ti y a amigos (nunca sabes dónde puede salir la oportunidad). ¡Practica el networking a través de redes como Linkedin o Twitter, te ayudará en tu nueva aventura!
No prestes mucha atención a las críticas destructivas: muchas personas nos harán creer que la decisión que hemos tomado no es la adecuada. Si te lo hacen saber con argumentos que no son sólidos, no les prestes atención. Si por lo que sea con el tiempo tienen razón, piensa que un fracaso es un aprendizaje.
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